sábado, junio 02, 2007

WORKING CLASS HEROE

En “Cadena de Favores” (Pay it Forward, Leder, 2000) Haley Joel Osment es Trevor, un niño que tiene una sencilla y titánica teoría para hacer del mundo un lugar mejor. Desde su postura, la solución está en que cada uno de nosotros ayude a tres personas en algo, para que ellos ayuden a otras tres personas cada uno y así sucesivamente. Una estrategia profundamente poética para acabar con el hambre y la violencia, incluida sus consecuencias, haciéndose cargo uno mismo de lo que las autoridades de todo el mundo prometen, pero nunca solucionan.
Por años me sentí alejado de esta visión. Y es que siempre, mi sentido crítico me ha impedido depositar mi confianza en las lecciones morales que Hollywood nos intenta dar, ya que creo que la mayoría de las producciones que tocan alguna fibra emotiva poco tienen que ver con transmitir ideas y mucho con incentivar la lágrima fácil y la mamonería, con diálogos perfectos y locaciones sobrecogedoras.
Esto, hasta que vi la luz.
A inicios de esta semana estuve fuera de la ciudad, por pega, para variar. Como siempre, manejando enchufado al manos libres, siendo la prueba viviente de la que ya siento como mi propia Ley de Murphy: "Todos me llaman cuando estoy manejando". Una de esas llamadas si bien era muy positiva me exigía imprimir un documento de manera urgente en medio de esta ciudad ajena. No había problema. “Todo está en mi Pendrive, solo debo encontrar un lugar para imprimir” -pensé.
Así, la necesidad me llevó a al perfecto business center para mí: El Bazar Nenita. Este local, que está tapizado de advertencias acerca de cómo dar un buen trato a los computadores, es atendido por su propio dueño, un venezolano que hace gala del concepto de Aldea Global: es casado con una peruana con quien tiene una hija nacida en chile.
Todo iba bien en el Bazar. Estaba a mitad de mi trabajo, cuando un gringo ataviado con la típica indumentaria beige - verde olivo entra al local mostrando la tarjeta de su cámara y sus ojos de cordero degollado. El diálogo fue el siguiente:
Gringo: - (sólo muestra la tarjeta)
Dueño: Como está hermano, ¿desea descargar las fotos?
Gringo: Yes, i wanna….
Dueño: ¿Quiere grabarlas en un cd?
Gringo: (interrumpiendo) Yes CD, ¡CD! Great, ¡CD!.
Dueño: Serían entonces $500 la grabación si trae su propio CD, $1000 en caso que no lo tenga, más el tiempo de uso en la máquina. Pase a la máquina 5.
Y se nos fue al carajo la comunicación. El gringo vuelve a su posición de -corderodegolladotarjetaenmano- hasta mi interrupción como Working Class Heroe del día. En mi inglés de cubano de Miami logro hacerle entender al Yanqui el tarifado del lugar, dejando contentos al cliente y al locatario. Por mi cabeza pasan imágenes de Chávez, Bush y Bachelet brindando por mi buena obra, además de aquel chiste de Sandy acerca de que “el inglés hay que hablarlo lento”.
Ya terminado el dialogo y mi trabajo, y tras imprimir 30 hojas, más cerca de un considerable tiempo de uso del PC, llega la hora de pagar. Saco mi billetera y me doy cuenta que no hay más que una miserable luca. Reviso mis bolsillos y no logro reunir más que $230 pesos, suma insuficiente para cancelar la cuenta adeudada.
Para que voy a mentir. Los ojos de cordero degollado eran ahora los míos, pues el Bazar muy globalizado será, pero solo acepta efectivo.
Le explico al dueño mi situación ofreciendo incluso dejar en prenda el pendrive o el celular mientras encuentro un lugar desde donde sacar plata. Y el propietario me responde: “ No se preocupe hermano, le debo una, pagueme cuando pueda, vaya no más”. En mi mente, Bush y Chávez sostienen un palo de escoba, mientras Bachelet, copa en mano, pasa bailando limbo por debajo.
Luego de trabajar el resto del día volví al Bazar Nenita. Tras cancelar lo adeudado recibo el vuelto y el venezolano me ofrece: “Llévese algo por su favor hermano, una bebida, un chocolate, lo que quiera”. Le acepto un Trencito.
A la salida del local me para un chico. No debió tener más de 6 años. Me pide una moneda y a cambio yo le doy el Trencito que recibí. Queda feliz. Camina un par de pasos y se sienta en la vereda junto a un perro al que le da un trocito del chocolate, mientras él se come el resto.
No me hueveen. No se si fue la distancia de casa pero me emocioné. Fue como estar dentro de una película de Roberto Benigni. Díganme mamón o lo que quieran, pero ahora creo en la cadena de favores. Y nada más.

7 Comments:

Blogger Ricardo G said

compadre, junto con saludarle y justo por las conjunciones de la vida apenas terminé de leer empezó en TNT pay it forward....notable y con toda emoción le digo que es lo mejor que ha escrito por que viene directamnte del musculo aquel dentro de la caja torácica.

saludos
The Topix

2:39 p. m.  
Blogger Alejandra Noemi said

Felicitaciones pinche pindejo. Lo que escribiste estuvo a todo dar.
Un besote desde las tierras del f... Bush

5:01 a. m.  
Blogger Pineda said

Charles ... yo también me emocioné con lo que has escrito. Una historia sencilla. Te felicito.

Un abrazo.

Pineda.

1:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said

3 Cosas que decir:
- Primera vez q me siento dentro del circulo de corazones con respecto a todo los datos externos (por ejemplo la palicula la vi y el chiste de Sandy tambien lo entendi).
- Imagine a la Bachelet bailando limbo con la copa en la mano.
- Creo q te ganaste un lugar en el cielo o donde se encuentre tu cielo.. fue muy notable lo del chocolate y sobretodo lo del perrito, pude llorar.

Saludos Charleser, y a mi hermana tb =)
Adiós!
Monse.

1:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said

No ve Señor que cuando se es positivo se gana...me recuerda la frase de Jodorowsky..."Si come choclo...caga choclo. Si come poroto...caga poroto. Si come caca caga caca..."

Bien ...
PSICOMAGO...

6:52 p. m.  
Blogger los chaplines said

Uta compadre, se metió en la pata de los caballos.
Al parecer todo esta relacionado con todo, pero puede ser, que muy poca gente, este cerca de los treinta como pa darse cuenta se semejante equilibrio natural.
No es por hinchar las pelotas, ni de tratarlo a ud. de viejo de mierda, nooo para nada.
Pero el modo cambia y ¿por que no?
Replanteamiento de la vida.
Un abrazo

4:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said

Simplemente notable, y una comprobación empírica que la vida es un Boomerang.
Saludos
Tuka

4:37 p. m.  

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