miércoles, noviembre 07, 2007

SERIE PECADOS CAPITALES CAPITULO II: IRA

“La ira es un don” decían a principios de los noventa los incendiarios Rage Against de Machine, y yo me la compraba completita. La frase en inglés “Anger is a Gift” adornaba mis cuadernos y carpetas de estudiante de enseñanza media, en aquel tiempo que el discurso del Che y los textos de “Las Venas Abiertas de America Latina” (Galeano, 1971), me volaban la cabeza. La ira era la manifestación del discurso de la rebeldía, cuando sentía que, como dice la canción, no había nada que festejar.
Estoy seguro que en ese tiempo nunca consideré la condición de pecado de la ira. Aunque de seguro, de haberlo hecho, más rocker me hubiese sentido. La ira debe ser el pecado capital en que más he caído. Prácticamente a diario, por culpa de mis rabietas, retrocedo un pasito en la carrera hacia la meta del cielo. Obvio. Dios, muy perdonador, clemente y piadoso será, pero al parecer, al igual que los mortales, no tiene interés en desgastarse aguantando los ataques de idiotez del resto.
No se cómo lo hacen los que nunca pasan rabia. Los que sonríen todo el tiempo. Los ultra tolerantes que ponen la otra mejilla. Los que no explotan jamás. Los Ned Flanders y los Benito Baranda para los que todo esta siempre perfectirijillo.
La ira manifiesta enfermedades: “Anda con el mojón atravesado” decían los adultos cuando yo era niño, para referirse al enojón de turno, con esa sabiduría popular de los dichos que reflejan verdades innegables. Y curiosamente, dos de sus sinónimos, rabia y cólera, dan nombre a patologías, no solo contagiosas, sino que dolorosas y que durante mucho tiempo fueron incurables. Como su fuera poco, García Márquez en “Del Amor y Otros Demonios” (1985), cuenta como en el siglo XVII, la enfermedad de la rabia se confundía con una posesión demoníaca, y que por lo tanto, solo era posible de curarse con un exorcismo; coincidiendo con la opinión de mi novia C, quien declara que cuando me enojo me vuelvo un energúmeno que nada debiera envidiarle a Linda Blair, con giro de cabeza en 360º y vomito verde incluido, todo por que no la escucho.
Otro chiripazo: Los Irlandeses del IRA, (Ireland Revolutionary Army), aquel ejercito revolucionario de los más malditos que tengo recuerdo, no deben tener idea de lo que significa el nombre de su agrupación en el, para ellos, inentendible español. Autos bomba. Atentados. Armamento pesado. El IRA es pura ira. De la dura.
Furia, irritación, enojo, encono, disgusto, como quiera llamarle. No importa si es con la chica que se hace la diva, el chofer de la micro, el compañero de trabajo acusete y mediocre, el weva que te raya el auto, o con quien sea. Pecado señores. Y miembro del top 7 de ellos. ¿La salvación?. Ciertas versiones defienden que la ira en su justa medida se justifica y que no se puede andar por la vida aguantando injusticias y abusos. De hecho, se supone que hasta el mismísimo tata Dios ha tenido sus momentos y cuando la raza humana le ha dado razones, se ha descargado con plagas y desastres naturales contra tanto pecador. Comparado con langostas, ríos de sangre, y muerte de niños primogénitos, las chuchadas de las pobres aves como uno deberían calificarse como pelos de la cola que no hacen daño a nadie.
La única vez que intenté hacer algo al respecto de la ira no me fue bien. Inspirado en una película me propuse cooperar con la destrucción de los círculos de odio, es decir, responder con una sonrisa o la indiferencia a los insultos y malas ondas del resto. De más está decir que fracasé en esta iniciativa.
Definitivamente en cuanto a esto, el cielo, no quiere nada conmigo.

6 Comments:

Blogger MonserraT said

Mi vieja utiliza: "Anda con el poto afuera" que debe ser algo muy aproximado a "andar con el mojon atravesado", ambas se refieren a una molestia en la zona anal que provoca una q otra pataleta.
Ira... creo que la envidia es lo mío, es más característico de una mujer, sin embargo tengo varias que contar, pues el energumeno numero uno en la tierra mi padre, aquel nombrado como "El Rambo" por espantar a niños del barrio, es magistral si de ira se trata.
- Una vez un micrero lo adelanto en avenida argentina y se le tiro imprudentemente contra el antiguo nissan. En la luz roja mi padre quien no puede ser pasado a llevar de esa forma, oh no!, aprovecho la oportunidad: bajo del auto, se subio a la micro y el combo en el hocico al pobre micrero no se lo sacó nadie.
- El verano pasado fuimos a Iquique. Aprovechamos los precios de la zona franca para comprar un mp3 para escuchar música. Compramos uno muy bakan, tenia muchos mas megas que el anterior, tenia un diseño muy divertido y lo mejor es que se cargaba con el pc y no se necesitaban pilas. La primera vez habia que cargarlo enchufado 12 horas. Lo probe el dia que nos ibamos y no funciono. Se presentaron todas las huellas de una estafa. Llegamos a la zofri, y el viejo que nos vendio no estaba y estaba otra chica que se nego rotundamente a cambiarnos el artefacto. Ahi estabamos, las cuatro sentadas mirando el show de don energumeno. Lo bueno fue que tengo un mp3 muy bueno.
Estoy segura que hay más... o la Cindoka se puede acordar de más.
Saludos!
Monse.

12:03 a. m.  
Anonymous Anónimo said

Ja. Mis viejos igual pensaban que, cuando me daba la rabieta, era porque estaba poseído...y me exorcisaron: a patá en la raja.

Igual soy idiota. Enojón el weón. De radiador chico: me caliento altiro. Pero últimamente ya menos. Weá brígida: antes me daba rabia una weá y me agarraba a combos; ahora me da rabia algo y me da miedo. Le tengo miedo a la gente, a las situaciones, y a mi mismo. Ante un problema es más probable que vomite (como el loquito de south park que veía a la mina y vomitaba), antes de tirar una puteada. Qué cagada. Me di cuenta de esto ahorita que lo escribo.

El otro día me agarré con un paco. Pero a besos. Y otro día me casi me agarro con el culiao del blockbuster (o blocbaster, werever). Ése weón ya es un personaje de mi vida. Según ellos he perdido un chorro de películas, y yo juro que las he devuelto todas. Me van a mandar a dicom dijo el wea. Asi que me aseguré y cuando se díó vuelta le tiré un pollo en la espalda, de esos piolas, que te los sacai con la mano y los tirai catapultados. ¿Quien re chucha va a querer quedarse con "tienes un e-mail" en su casa? (Más de alguna...pero yo no). Igual me lo aseguré al weeta. Y eso, reacciono de manera weona ante situaciones fantásticas, y viceversa.

Ya.

¿Otra piscola?


F

PD: Si alguien quiere ver "tienes un e-mail", avíseme: la arriendo a quina.

8:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said

Para mí la ira es uno de los sentimientos que me nacen pocas veces, creo que aprendí a controlarla, por una experiencia que tuve cuando era niña. Resulta que me quede al cuidado de mis hermanas y mi diferencia de edad con ellas es de 7 y 10 años respectivamente, por lo tanto, me hinchaban las pelotas que no tengo. En fin, una de ellas me tenía aburrida y le plante una cachetada de esas que te duele la mano y enseguida me sentí horrible, llore y llore…tenía un sentimiento de culpa y pena, incluso me acuerdo y pienso en tan tonta la reacción que tuve. Creo que desde aquel día comencé a controlar las reacciones de mi ira y me ha servido bastante, aunque debo reconocer que tengo harta paciencia, no me complico por weas…tiene que ser mucho. Siguiendo la historia, a mi hermana le pedí disculpas ahora grande, en uno de nuestros buenos carretitos (ya no es tan notoria la diferencia de edades) y ella por supuesto ni se acordaba, para mi fue un alivio…

Debo reconocer que leo hace rato tu espacio y me gusta harto.
Saludos al escritor y a mi amiga.
Karla

12:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said

Yo ya no me enojo...antes si. Ahora pa que?

5:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said

Voy a hacer uso de la soberbia en mi comentario sobre la ira,jeje.
Yo igual estoy media operada de los nervios. En mi pega mis colegas se ríen de mi capacidad para tranquilizar a los clientes que llegan con el poto afuera. Creo que es una buena habilidad, que afortunadamente me permite sobrevivir a diario sin asesinar al resto.

La Monse preguntaba si me acordaba de otra historia de ira de mi viejo: Una vez me "arrastró" del pelo 2 cuadras a la casa porque había salido sin permiso, lo peor de todo fue que yo estaba jugando a la gallinita ciega, así que prácticamente tuve que adivinar que era él quien me llevaba, porque no me dejó ni sacarme el pañuelo que tenía en mis ojos, jajajaja.

Cariños,
C

12:16 p. m.  
Blogger Ricardo G said

Debo admitir que iba por el camino perfectirijillo, pero al parecer con los años estas capacidades de absorción de la ira se pierden junto con un monton de habilidades con el pasar de los años, ahora soy colosalmente mas enojón con las personas y peor conmigo mismo, la ira es parte del camino al lado oscuro y mucho tiene que ver con el miedo...debe ser por que estás mas conciente de que dependes mas de ti mismo que de los demás..y en honor a eso la ira es capaz de enceguecer hasta al mas tranquilo como en algún capitulo de los simpson con el mismisimo flanders

9:23 p. m.  

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