jueves, agosto 09, 2007

JULEPE

Dentro de las pocas cosas que recuerdo de la película “Imagen Latente” (Perelman, 1988) está la que considero una de las mejores secuencias de thriller del cine chileno. En ella, tras creer ser perseguido durante varias cuadras por un auto, Bastián Bodenhofer, temiendo haber sido descubierto sacando fotos desde su vehículo a los centros de detención de los militares, termina diciendo: “Puta que es fácil cagarse de miedo”.
Demasiado fácil. Y siento que cada vez más, a medida que los años pasan por mí.
Mi viejo tiene una historia en la que cuenta como impidió que yo, en la edad en que apenas había aprendido a caminar, tomara una araña más grande que mi propia mano de entonces, en pleno cerro de la zona central. La historia aún me sorprende, pues la verdad, siempre he sido un tipo extremadamente retraído y temeroso.
Adverso al riesgo, como se diría en jerga de economistas. Medio amariconado, en el coa del barrio.
La única explicación que tengo para mi comportamiento de aquel entonces, es que producto de la falta de información, cuando niños, aparte de carecer de años y centímetros de estatura, estamos libres de esa maldita enfermedad que es el miedo. El jodido miedo. Ese animal espinudo que a veces nos visita por las noches y que gusta de colarse en las rendijas y escabullirse en los rincones de las casas. Ese bicho de mierda que se esconde en tu closet cuando eres niño, y que desaparece debajo de la cama o detrás de las cortinas justo antes de que el grito salga de tu boca. El mismo miedo que se oculta en los baúles antiguos, en los joyeros donde las señoras de antes guardaban sus secretos, en los diarios de vida, en los sueños.
Miedos, propios y ajenos he visto y oído para todos los gustos.
Ciertos animales, insectos y situaciones riesgosas son las más comunes.
La muerte, la soledad y el olvido, las más espirituales.
La pobreza y el desamparo, las más materialistas.
Personalmente tengo serias trancas con cosas bastante pedestres. Los ascensores, por ejemplo. Más allá de cualquier cliché me dan miedo. No les tengo confianza, al punto de que ocho pisos para mi suenan como una cantidad razonable de peldaños a subir. Lo mismo con todo aquello que implique alguna sensación de vacío. Un solo salto en bungee o esa caída libre antes de que se abra el paracaídas creo que bastaría para mandarme a mejor vida de un paro cardíaco. De una.
En su novela "Caracol Beach" (1998), Eliseo Alberto dice magistralmente que “el miedo es una camisa de fuerza” y es ahí donde creo está el mayor problema. Nos restringe. Controla nuestras decisiones dictándonos qué hacer. Tal como en el extremista caso de la señora que no se levanta si su horóscopo ese día anuncia una catástrofe al salir a la calle, en mayor o menor grado, todos nos dejamos llevar donde nos guía la pesada mochila del miedo.
Cruzamos la calle por miedo al perro del vecino o a la silueta del que nos parece peligroso. La señora del marido golpeador nunca lo manda a la cresta por miedo a que el weva le haga algo. El vecino del barrio marginal no denuncia al narco, por miedo a que lo maten. El subordinado ejemplar no denuncia los chanchullos del jefe por miedo a perder el bono de empleado del mes.
El miedo como factor de cambio. El miedo como mecanismo de control. El miedo como herramienta de hipnosis. El miedo como moneda oficial.
El viejo del saco podría querellarse. O al menos, cobrar derechos de autor por toda la pega que le ahorró a generaciones de padres que educaron en base a su imagen. Ni hablar del billete que debe haber ganado el que se anotó el poroto de inventar el espantacucos. Por su parte, Hollywood sigue echándole lucas a la registradora, intentando replicar lo que clásicos como Nosferatu, Frankestein, Drácula y otros hicieron sentir. E inexplicablemente aún quedan almas inocentes que se sorprenden con esos trenes fantasmas rascas de telarañas de gasa y giles disfrazados de calavera.
Bien lo sabe la tía del parvulario. Bien lo sabe el paco anti motines. Bien lo sabe Bush. Bien lo supo Pinocho y los suyos. Bien lo sabe Fidel. Puta que es efectivo el miedo.
¡No te tienen que respetar, te tienen que tener miedo weón!, me dijo una vez el saco de pelotas que solía ser mi jefe. Y debo decir que su política del terror (aclaro que nunca la practiqué), al menos a él, le funcionaba a todo dar.
Cuénteme qué le da julepe. Comente. Se le agradecerá.

9 Comments:

Blogger MonserraT said

Miedos...
Maldita emoción básica.
- Le tengo miedo a mi viejo. No respeto. Miedo. Me orino cuando siento que levanta la voz a cualquier persona. Me orino pedirle permiso para cualquier cosa. Me orino cuando mi mamá le cuenta que me llevaron presa. Todos mis esfinteres se relajan de puro y espeso miedo.
- A los terremotos. Cualquier wea que se asemeje a un temblor o terremoto me cago. Si pasa un camión en el pasaje de atrás de mi pieza y hace mucho ruido... ay weono.
- A la muerte de algún ser familiar. Aparte de la tristeza de sentir que no va a estar de sentir que deberia haber vivido más, es sentir que haria sin esa persona. Como cuando la Cindy choco en el coleto, me asuste más que la mierda.
- A los reiterados fracasos. Un ejemplo muy claro: echarse ramos en la u. Sentir que no eres lo suficientemente inteligente como para estudiar algo.
- A que la gente que quiero se decepcione de mi.
- A decepcionarme de mi misma.
Por ahi hiriamos mas o menos.
Buen tema cuñadimbi jeje
Saludos a mi hermana querida
Adiós!

12:47 a. m.  
Blogger Ricardo G said

En realidad como ya los he vivido casi todos...estoy llegando al punto de convertirme en daredevil...tan cegado por el miedo que se convierte en parte de mi y asi se pierde en el background de la vida...

3:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said

Voy a contar 2 miedos:
En primer lugar indiscutido, las baratas o cucarachas. Les tengo terror, pánico, fobia. Veo una y me quedo paralizada, es bastante terrible (esto viene de niña, cuando en el rincón de mi pieza que daba justo en mi cama, había un nido de estos bichos y desperté varias veces con alguno en mi cama, brrrrrrrrrrrr..de puro acordarme se me pone el cutis de ave).
Un miedo freak, a los "remolinos" que se forman en algunos rincones en el centro, son como tornados enanos de tierra, basura, plumas, etc. No cacho a qué lo asocio, pero me dan susto.
Saludos,

C

10:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said

tengo un dato charleser, el felipe escribio algo muy interesante en su blog sobre la moneda chilena de 10 pesos: cataldito.blogspot.com
saludos, monse.

11:24 p. m.  
Blogger polietileno said

asiq aqui anda divulgando mis ratos de oscio la monse, interesante jaja

sabes, el miedo tiene su gracia tambien, ademas de arrasar con culturas por completo en su nombre, el miedo es el que te dice "hey, quisas es mala idea correr alrededor de una piscina si llevas una mochila repleta de nitroglicerina"...aveces sirve de algo jajajjaa
en mi caso, asumo con cierta verguenza, mi miedo (y gran asco) por las malditas polillas. esas mierdas del porte de un pequeño pajaro q no tienen suficiente cerebro para arrancar de mi, sino q prefieren tirarse contra mi cabeza, dejando ese desagradable polvo cafe q botan... mierda de solo pensarlo me da asco! malditos bichos inesesarios, por ultimo las arañas arrancan, no son tan weonas pa acercarse a un tipo increiblemente mas grande q ellas. son astutas.
bueno, ese seria mi miedo humillante

saludos y nos vemos por ahi

adiossin

postdata: el mismo dia q me di cuenta lo de la moneda, y luiego de contarle a todos muy orgulloso mi nuevo hallazgo, salto un amigo y me conto lo de la caratula...dice q slash vio la imagen y quedo baboso al respecto, y decidio tirarla pal disco jajaja comico

5:55 p. m.  
Blogger PABLO said

BUENO AUNQUE NO ME CONOZCAS YO SI A TI DE PALABRA SOLAMENTE YA QUE TRABAJO CON TU MADRE LA SEÑORA ANA MARIA BORDOLI, TU BLOG ES GENIAL DEVERIAS DEDICARTE A ESCRIBIR, POR LO DEL MIEDO CREO QUE EL MIO ES AL FRACASO, SI ESE ES MI MIEDO A FRACASAR EN LA VIDA, OJALA ALGUN DIA LEAS MI BLOG TE LO DEJO HTTP://POESIADEVIDAYMUERTE.BLOGSPOT.COM/
ATTE PABLO ULLOA.

6:18 p. m.  
Blogger Pineda said

Estimado Charles, yo voy a ser mas canalla, yo le tengo miedo a que me echen de la pega y que de un día para otro tenga que empezar de nuevo las cosas que uno cree que las tiene acabadas.

Un abrazo,

12:35 a. m.  
Blogger Ricardo G said

Viejo Pineda....yo voy a hacer un seminario de vida entre trabajos "Estilo de Vida o flojera Profesionalizada?", producto garantido de un experto en la materia

3:34 p. m.  
Blogger los chaplines said

perros, palomas, mariposas nocturnas, a probar la sopa cuando no se que tan caliente esta, a la velocidad, pero por sobre todas las cosas a la soledad.

un abrazo

8:03 p. m.  

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