miércoles, junio 11, 2008

PECADOS CAPITALES CAPITULO V: GULA

Y aunque prometa y prometa ponerme a hacer dieta, me falta voluntad
El hambre me termina por ganar. Y así
Pasa el tiempo, gira el mundo, y sigo siempre igual
Soy una victima de mi debilidad

Los Auténticos Decadentes

Fueron varios los rones. Y como andaba con la guata media vacía, una chorrillana hasta con huevito tipo 2 de la mañana. Y un cafecito, obvio, al desayuno del día siguiente. Y pancito con pebre para esperar la merluza frita con arroz, tomate y palta de la hora de almuerzo.
Y vino el frío.
Y vino la puntada en la guata.
Y vino el sentirse como el forro sin poder dormir.
Y el water y el water y el water.
Y los bonos, el doc y la licencia de dos días sin ir a la pega en la que con suerte llevas dos meses. Y cómo y que por qué, si yo nunca me enfermo, es más, con suerte me resfrío. Y que seguro que se me pasa si yo nunca he faltado a la pega.
Y los exámenes, los cochinos exámenes. Y las ganas en el pecho de gritarle mil veces en la cara al Colegio Médico que nada bueno en el mundo pude llamarse esofagogastroduodenoscopia. No señor. Debí suponer que eso es lo que pasa, cuando confías tu salud a un gremio que tiene una serpiente en su imagen corporativa.
Y las mil quinientas pruebas a tu sangre. Y el test de ureasa. Y mear en un frasquito. Y todo en ayuna por la mierda, como si que te metan un tubo por la boca no fuera suficiente castigo.
Y que el horario de atención es de 08:00 a 17:30. Y cómo mierda pretenden que vaya, si ya ocupé mis dos días de licencia en la casa, viendo a los cocineros de los matinales con asco en la garganta, por que la asistente social de la empresa verifica que no andes carreteando por ahí.
Y terminas levantándote a las 08:30 de un día sábado, como si las 08:30 de los días sábado hubiesen sido creadas para ir a tomarse exámenes a un laboratorio y no para dormir junto al trasero tibio de tu mujer.
Y el intento de reír de todo lo que te pasa, pero tanta bata blanca, tanto llanto de guagua en el ascensor lleno de la clínica que te trata como ganado, tienen a tu alegría encerrada en una cárcel de aburrimiento.
Y los remedios. Las 30 lucas en remedios, que viajan recorriendo las entrañadas redes bancarias internacionales hasta la cuenta de un mercader de la salud, al que en su escritorio de caoba en Vevey, Suiza, le importa un carajo tu sufrimiento.
Y la leve mejora que te deja poner en pie.
Y por la re grande que justo el maldito día en que te enfrentas al mundo con tus galletas de Soda Light de armadura, y tu agüita mineral sin gas como la espada/bastón que mantiene en pie tu figura de vieja tísica, empieza la tontera que te enfrenta a los molinos de viento que soplan su flato a parrillada en tu cara.
Y el mundo comienza con que a no se quién le gustan las patas de chancho. Y las tunas. Y pa’ más se le chorrea el helado.
Y que este otro es chorizo.
Y que quiero comer curanto con chapalele.
Y que mira, si está más wena que el pan con chancho.
Y por ahí, a no se quién le comen la color. Y le pellizcan la uva.
Y por la recresta que todo da hambre.
Y el vecino mata una vaquilla entera y tu familia tira hasta prietas al disco mientras tú te llenas la guata de galletas de chuño, fideitos blancos y pechuguitas de pollo sin hueso. Perverso pollo sin cuero, sin sal, sin sabor y sin alma, reduciendo el maravilloso acto de comer, al tedioso ritual de alimentarse.
Y por qué yo.
Y por qué justo yo.
Justo yo al que le gusta tanto engullir lomos vetados de a toneladas. Vino tinto en litros cúbicos. Y pizza napolitana por metros cuadrados.
Justo yo al que le da lo mismo, seguir creciendo en metros redondos.

3 Comments:

Blogger MonserraT said

Mi pecado capital favorito: la gula. Una de las weas mas placenteras en este mundo es comer junto con fumar (me leyera freud, oral a cagar jajaja). Pucha Charles... A mi que me importa una enormidad no seguir engordando, trato de controlar mi gula. Voy a tener que cada vez que habra el refri echarme un par de descargas electricas, para ver si en un par de semanas no me acerque a la comida. Ni una polilla en un paquete de fideos me impide comermelo. Ni hablar del trago. Este es mi cuarto dia comiendo fideos, el lunes fideos, el martes igual, el miercoles lasaña y hoy tb. Ni estuviese en periodo de engorda. No me quiero ni imaginar los antojos cuando este embarazada.
Asi con la comida... tan bakan que es comer.
Nos estamos viendo por ahi
Cuidese
Dile al poto tibio de tu mujer que me llame que no sea ingrata jaja.
Adios

3:36 p. m.  
Anonymous Anónimo said

Que fome irse al infierno por gula...mejor nos vamos donde satan rules por algo mas divertido, o no?...

Y lo mejor de comer es cagar. Y no me digan que no, los weonsitos.

Luego escribo màs, que me acabo de comer una pizzota entera (tengo a la flaca de testigo) y los flatos me empañan la pantalla y no leo bien.

Un abrazo.

O mejor no.

F

PD 1: Necesito más anfetaminas, ¿con quien chucha las consigo?

9:56 p. m.  
Blogger Ricardo G said

Definitivamente no hay nada mas rico que comer (exceptuando claro el sexo que es otra forma tambien de comer je) el problema de las malditas calorías es que inexorablemente se quedan en cavidad que encuentran rellenando espacios que ahora se transforman en robustos michelines...de hecho me he dado cuenta que soy un bipolar culinario ya que la wa es por temporada en invierno se come y puta que se come y en verano despues del 18 viene el maldito arrepentimiento y comienza la mardita dieta, aún así...sigue retumbando en mis oidos el maravilloso llamado de "....Y SOOON DIEEEETTT"

10:38 p. m.  

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